Consejos para la limpieza y el mantenimiento de la piscina en verano en Cantabria
Consejos para la limpieza y el mantenimiento de la piscina en verano
El verano es la mejor época del año y el clima cálido y durante esa época nos encanta disfrutar de los días de piscina.
Y este lujo no sólo está reservado a los que tienen una urbanización o piscina privada: también podemos disfrutar de piscinas más pequeñas que harán más divertidos nuestros días de calor.
Además, tienen la gran ventaja de ser muy fáciles de usar, ya que, puedes colocarlos donde quieras.
Aunque hay que tener en cuenta que para disfrutar de una piscina en perfectas condiciones, es necesario realizar una serie de tareas de limpieza y mantenimiento a lo largo del año, tanto en verano, cuando la vamos a utilizar, como en invierno, aunque no la usemos.
A continuación, te damos algunos consejos sobre las tareas de limpieza y mantenimiento de la piscina que debes realizar, así como los productos y herramientas imprescindibles para realizar un trabajo impecable y eficaz, para que puedas disfrutar de tu piscina con tranquilidad y sin riesgos.
Solicita presupuesto para mantenimiento de piscinas en verano en CantabriaEn primer lugar, debemos tener en cuenta que para que el agua de nuestra piscina esté en perfectas condiciones de uso, no sólo debemos tratarla, sino que debemos cuidar la limpieza de las paredes y el suelo. La línea de agua suele ser el lugar que más suciedad acumula, por lo que debemos prestarle especial atención.
Para llevar a cabo esta limpieza de forma adecuada, necesitaremos una serie de herramientas y productos fabricados especialmente para este fin.
Estos son los esenciales:
Limpiador de fondo de piscina: mediante un cepillo, unido a un cable de extensión telescópica, o una pértiga, levanta la suciedad del fondo, haciéndola pasar por su propio sistema de aspiración o por el skimmer de la piscina.
Existen varios tipos de limpiafondos manuales o automáticos. La elección entre uno u otro dependerá principalmente de su presupuesto y del tamaño de su piscina, del uso que haga de ella y de su sistema de filtración.
Limpiafondos manuales: con los limpiafondos manuales, el fondo de la piscina se limpia manualmente. Esta tarea debe llevarse a cabo lentamente, para que la suciedad no suba demasiado. Es aconsejable hacerlo periódicamente, para que el agua se mantenga siempre limpia.
Limpiafondos automáticos: no requieren que el usuario los utilice. Pueden ser hidráulicas, que utilizan la fuerza de succión de la limpiadora para trabajar, o eléctricas, que funcionan de forma independiente y utilizan la energía de la red eléctrica o de una batería.
Cepillos: imprescindibles, en primer lugar, para limpiar la línea de agua. Pero también pueden ser útiles para cualquier rincón, o en situaciones en las que la suciedad está muy incrustada. En estos casos, podemos utilizar productos específicos, pero debemos prestar atención a las especificaciones del fabricante en cuanto a los materiales donde podemos aplicarlos y las cantidades a diluir.
Recogedores de hojas: se utilizan para recoger la suciedad que flota en la superficie del agua. Consisten en una malla, generalmente plana, con un mango telescópico, que le permitirá llegar al centro de la piscina.
Además de la limpieza del vaso de la piscina, es fundamental tratar el agua con productos químicos que la mantengan limpia y en buenas condiciones higiénicas.
Estas son las alternativas que encontrará en el mercado:
Cloro: es el desinfectante del agua, y el producto más importante que necesitamos en el mantenimiento de nuestra piscina, porque a veces, aunque parezca limpia, puede no estarlo.
Hay dos tipos, el cloro de mantenimiento, que es el que utilizaremos regularmente, y el cloro de choque, que sólo utilizaremos en casos excepcionales, si la piscina ha sido descuidada.
Si prefiere no utilizar componentes químicos para desinfectar su piscina, tiene la alternativa del clorador salino, que convierte la sal en cloro mediante electrólisis, a través de un proceso completamente natural. En este caso, sin embargo, tendremos que hacer modificaciones en la planta de tratamiento de agua.
Ajustar el pH: los valores óptimos de pH en nuestra piscina deben estar entre 7,2 y 7,6. Si está por encima, puede ser perjudicial para la piel y los ojos del bañista, mientras que si está por debajo, reducirá la eficacia de la desinfección.
Para asegurarse de que el pH es correcto, existen kits de análisis del agua que permiten determinar los niveles. Si no son correctos, podemos encontrar reductores y aumentadores de pH, que utilizaremos para estabilizarlos. Estos kits no sólo miden el pH, sino también el cloro y el bromo, entre otros.
Alguicidas: este producto elimina los fosfatos del agua, que son el alimento de las algas, por lo que se utiliza para evitar su crecimiento. Es aconsejable evitar su desarrollo, ya que eliminarlos es mucho más complicado que prevenirlos.
Floculantes: son los productos encargados de recoger y agrupar las pequeñas partículas que se encuentran en el agua para ayudar a los limpiadores a realizar su trabajo. Es aconsejable utilizarlos periódicamente, para evitar que el agua se vuelva turbia, ya que, al igual que con las algas, una vez que esto ocurre, es más difícil solucionar el problema.
Analizador de agua: gracias a los avances tecnológicos, aparecen en el mercado algunos productos interesantes que facilitan estas tareas de mantenimiento. Así, existen analizadores de agua que envían información a tu Smartphone, indicándote qué hacer, cómo hacerlo y cuándo, si los niveles de tu piscina no son correctos.
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